Hoy ni la luna más brillante reluce más que tu
cara cuando sonríes.
Hoy ni la velocidad de la luz va más rápido
que las horas que se nos escapan cada vez que nos vemos.
Hoy entierro las heridas de ayer y los errores
de mañana, viviendo cada segundo que me brinda la vida.
Hoy las sábanas huelen a ti.
Hoy la luna me habla de ti.
Hoy todo se nos queda pequeño.
Hoy, me han contado, podemos romper barreras
sin saberlo.
Y bebernos la vida poco a poco.
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