29 de abril de 2016

Déjame liberarte




Déjame liberarte, como se libera un globo para que vuele libre en un atardecer.
Déjame liberarte, como se libera a un animal salvaje para que corra sin miedos.
Déjame liberarte, como se libera alguien de toda culpa, con una confesión.
Déjame liberarte, pues no te quiero sumisa ni atada a nada.
Déjame liberarte, porque no te quiero como propiedad, te quiero libre e independiente.
Déjame liberarte, pues libre me siento yo para quererte y respetarte.
Déjame liberarte, pues las almas libres son más capaces de amar sin condiciones.
Déjame liberarte, pues este es el regalo más poderoso que podría hacerte.

Sé libre y te querré siempre. Incondicionalmente.

26 de abril de 2016

Porque por muchas listas que hagas, siempre sabes si van a valer más los pros o los contras




Las personas vienen y van de tu vida.

A veces aparecen en los mejores días y otros en los que ya ni pensabas que alguien podía aparecer. Otras, en cambio, aparecen en el momentos menos indicado, pues tu vida está en total cambio y es complicado.
Intentas mantenerte fuerte, vivir la vida, olvidar los problemas… pero a veces no es fácil. Te encuentras ante una situación en la que decides los pros y los contras. Y haces una lista, dos listas, tres listas de pros y contras, de sentimientos, de ideas, por si te ayudan a tomar una decisión.

A veces la lista es grande y otras veces es más pequeña, según la persona. Es difícil resumir en una lista todos estos meses tanto de alegría como de cosas negativas, pero lo intentas porque intentas aclararte. Pero una vez que haces la lista, ya sabes a qué caballo apostar, en realidad siempre lo has sabido. En realidad tus sentimientos son más grandes de lo que creías.

Porque por muchas listas que hagas, siempre sabes si van a valer más los pros o los contras, porque por mil listas que hagas, tus esquemas se seguirán viniendo abajo cada vez que escuches su nombre.

Porque cuando decides tirar una moneda a cara o cruz, ya sabes qué respuesta quieres que salga.

Porque por muchas listas, monedas, reproches, dolores de cabeza y charlas interminables contigo misma que tengas, ya sabes la respuesta.

Que la sigues queriendo, sintiendo, gustándote, y de momento no va a cambiar, y crees que merece la pena.

2 de abril de 2016

Una vez conocí un alma sin sueños




Iba vestida de mujer, cansada de correr en círculos. Deseando libertad.
Volaba despacito, deteniéndose en cada detalle. No temía a nada, pero no confiaba en nadie. Gritaba en silencio, sin querer que la escucharan.
Vivía rodeada de fortuna, pero se sentía pobre.
Estaba rodeada de personas, pero se sentía sola.
Tenía el Paraíso, pero se quedaba en el Infierno.

Un día, descubrió que la vida merecía la pena, a pesar de sus desastres. Le contaron que las heridas sanan y que las ilusiones se renuevan.

Entonces comprendió que los sueños se construyen.