Lo más bonito de alguien son sus cicatrices.
Ellas te revelan el dolor y el coraje que cada
uno ha sufrido. Nos desvelan los errores cometidos y los gritos en silencio.
Las cicatrices son resultado de luchas
internas y de caídas sin remedio. Son sinónimo de aprendizaje y madurez. De
querer avanzar.
Cicatrices llevamos todos, pero solo algunos
las enseñan con orgullo. Cicatrices que definen quiénes somos. Las cicatrices
nos eligen.
Por eso
me enamoro de las cicatrices.
Y por eso no me enamoro de las personas, sino de
sus cicatrices.
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