Tal vez no sepa cómo empezar. No sé si hacerlo en forma de carta, de nota o de reseña. Pero aquí estoy, dejando que mis dedos escriban palabras que puedan expresar lo que ronda por mi cabeza. A veces las cosas inesperadas son las que más duran y las que más nos alegran la existencia.
En
esos momentos en los
que no te sientas bien, que te falte algo que te llene, algo a lo que
mirar…
recuerda que estaré ahí, pase lo que pase, venga lo que venga, seas como
seas, porque yo te quiero así tal como eres. Estaré apoyándote y viendo
cómo
ese trocito de felicidad que te mereces se hace cada vez más grande
hasta tal
punto que me digas “lo conseguí”. Y cuando flaquees, seguiré estando
ahí, como
estoy ahora, estaré mañana y estaré todo el tiempo que haga falta.
Siempre he sido de esas personas que dicen que las palabras se
las lleva el viento, pero todas estas palabras las expreso a partir de
acciones
que intento demostrar cada día. Por eso, cuando no esté presente, te
dejo
este hueco que te has ganado gracias a una sola cosa: ser tú mismo, que
es lo
que más me gusta de ti.
Cuando estés solo,
cuando tengas miedo, cuando lo único que quieras es llorar... cuando no
encuentres un lugar en el que puedas encajar en este mundo, cuando todo por lo
que luchas se desvanece de repente, cuando estés perdido, cuando parece que
nada más merece la pena... cuando ocurra eso, yo estaré ahí para apoyarte, para levantarte y traerte
hasta la última pizca de felicidad que me quede, sólo por verte sonreír.
Cuando necesites ánimos porque algo va mal, cuando esa persona no te merezca, cuando la única salida es empezar de nuevo y escapar, cuando tengas frío, cuando no puedas dormir... cuando vuelvas a cometer un error, cuando sientas tristeza, dolor o añoranza; cuando no te quede ni una persona en la que confiar, cuando todo parezca perdido... intentaré enseñarte el camino para que puedas volver a ser tú.
Sólo necesitas llamarme y ahí estaré, porque incluso en los peores momentos hay algo por lo que seguir luchando. Y cuando llores, estaré ahí para secarte las lágrimas y regalarte una sonrisa que te contagie. Cuando la realidad se turbe oscura, traeré hasta la última ilusión que te haga vivir de nuevo.
Cuando necesites ánimos porque algo va mal, cuando esa persona no te merezca, cuando la única salida es empezar de nuevo y escapar, cuando tengas frío, cuando no puedas dormir... cuando vuelvas a cometer un error, cuando sientas tristeza, dolor o añoranza; cuando no te quede ni una persona en la que confiar, cuando todo parezca perdido... intentaré enseñarte el camino para que puedas volver a ser tú.
Sólo necesitas llamarme y ahí estaré, porque incluso en los peores momentos hay algo por lo que seguir luchando. Y cuando llores, estaré ahí para secarte las lágrimas y regalarte una sonrisa que te contagie. Cuando la realidad se turbe oscura, traeré hasta la última ilusión que te haga vivir de nuevo.
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