24 de noviembre de 2010

Shh Just Listen



Notas a pie de página.
Notas que salen solas, poco a poco, y se van acoplando a las letras de mi escritura, llegando un momento en que no se pueden separar. Sus trazos son tan firmes que se quedan ahí, esperando algo que pueda llegar a despertarlas.
Están por todas partes, allá donde voy, no importa frío o calor, humedad, lluvia o tempestad, se me acercan para ofrecerme un hombro donde llorar, donde compartir mis sueños, sonrisas, pasiones, logros y quizás preocupaciones. Y entonces empiezan a tocar, una tras otra, música...


MÚSICA... incluso la misma palabra tiene algo musical que la hace especial a las demás, que nos llama para que escuchemos lo que tiene que contarnos, en secreto, tal vez, o en voz alta si se siente capaz de ello. Nunca sabemos por dónde va a aparecer, pero su encuentro nos resulta tan satisfactorio que la agarramos hasta que nos cansamos. Tiene tantas connotaciones que nos resulta a veces difícil apreciar cuál es la que habla.

Es curioso y fascinante a la vez lo parecida que es esta palabra en muchos de los idiomas que conocemos, es universal por así decirlo, y expresa una infinidad de sentimientos que nos acompañan día a día. Sentimientos expresados incluso en tan sólo unos acordes. Y sin embargo, pueden llegar una habitación que antes estaba vacía, o inundar de felicidad a alguien que carecía de ese sentimiento.

Please don't Stop the Music.




http://www.youtube.com/watch?v=S0z1Mo7O6dE



=)





Mandarin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario